A casi un año del plantón en Tlachinol, el gobierno municipal de Alejandro Bautista se ha caracterizado por agresor, amedrentador e intiminatorio

Tlachinol, Hgo., 16 de Febrero del 2011.- Agresiones físicas, amenazas de muerte e intimidación, así ha sido la respuesta que ha dado el gobierno panista de Tlanchinol a las exigencias de justicia que Antorcha Campesina (AC) en Hidalgo ha hecho, con el fin de mejorar los servicios y condiciones de vida de miles de personas que habitan ese municipio serrano.

Lo anterior lo manifestó la líder antorchista en Hidalgo, Guadalupe Orona Urías, a 13 días cumplirse el primer año de instalado el plantón para exigir se dote de servicios y obras públicas a la comunidad.

Cabe mencionar que, a lo largo de casi un año, este plantón ha sido desalojado y hasta incendiado, porque se ha visto que el gobierno municipal se oponen al brindar mejores servicios de la sociedad, producto de un cacicazgo arraigado en la zona.

“En lugar de atender y resolver los problemas, el presidente panista de Tlanchinol, Alejandro Bautista Medina, trata de amedrentar a la gente con intimidaciones”, indicó la líder estatal de AC. Como se ha visto en las últimas semanas, las amenazas de muerte contra líderes de ese municipio han sido evidentes.

El más reciente, contra Evelia Bautista Gómez, dirigente antorchista de Tl, muestra la intolerancia y represión contra los movimientos campesinos que sólo buscan mejorar las condiciones de vida de los gobernados.

Todo ello, enmarcan el contexto a casi un año de que Antorcha Campesina, alzó la voz para pedir justicia, sin embargo parece que la Ley que se aplica en Tlanchinol, “es la del garrote”, concluyó. Anchinol, han dejado al descubierto la intensión del gobierno.

“No estamos hablando de cuestiones hipotéticas, sino de hechos reales que han pasado en Tlanchinol a lo largo de este año: una serie de agresiones físicas contra la gente del municipio”, expresó Orona Urías.

Esa respuesta del gobierno, muestra la intolerancia y represión contra los movimientos campesinos que sólo buscan mejorar las condiciones de vida de los gobernados.

Todo ello, enmarcan el contexto a casi un año de que Antorcha Campesina, alzó la voz para pedir justicia, sin embargo parece que la Ley que se aplica en Tlanchinol, “es la del garrote”, concluyó.

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