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Qué le parece...? por Luis Puig Lunes 30 de Abril del 2007.- Todos sabemos, por uso común, lo que son las “tertulias” (al menos como nos las describe el genial Salvador “Chava” Flores), pero lo que no es muy común es conocer el origen de éstas. Resulta que en el siglo XVII y bajo el reinado de Felipe cuarto se puso de moda entre las clases acomodadas la lectura y discusión de las obras del abogado y erudito Quinto Séptimo Florente Tertuliano (Cartago, c. 155-id., 222), famoso por defender el cristianismo en unos discursos ricos en juegos de palabras. A estas personas que se reunían para comentar a Tertuliano se las denominó así, tertulianos, y a esas reuniones se las conoció como tertulias. Pero Tertuliano,
a quien se le considera uno de los fundadores de la Iglesia de Occidente y
primer escritor cristiano en lengua latina, dentro de toda su erudición
también tenía sus toques de fanatismo e intransigencia: Fue
durante el siglo I, antes del que el cristianismo fuera adoptado como religión
oficial por el Imperio romano cuando los Padres de la Iglesia ordenaron que
ninguna persona que llevara peluca podría recibir la bendición cristiana. El
mismo Tertuliano afirmó en el siglo II que “...todas las pelucas son
disfraces e invenciones del diablo”. Como afirma la frase “la verdad de hoy es la mentira
de mañana”. Y nada más cierto y aplicable para muchas de las
afirmaciones “dogmáticas” que nos dicta la Iglesia. Esta semana nos anuncian desde El Vaticano que el Limbo
no existe y que todos aquellos que murieron siendo aún niños sin recibir la
bendición del bautizo no están ahí, sino en el cielo. (¡válgame el idem! ¡Y
yo pasando noches en vela pensando en todos esos pequeñines hacinados en el
Limbo tratando de hacer méritos para alcanzar la gloria celestial! ¡que bueno
que ya les quitaron, en benedictina sabiduría, tan engorrosa condición!). Me pregunto ¿qué sigue después? ¿qué novedades estarán
a punto de dispararnos desde la verdad absoluta, concentrada para bien de
nosotros, simples mortales, en preclaras mentes iluminadas por gracia Superior? Quizá despertemos algún día con la noticia de que Dios
perdonó a Satanás y lo llevó a vivir junto a El, cerrando de paso el
Infierno. O que la Biblia fue escrita por hombres sin inspiración divina que lo
único que buscaban en su narrativa era describir una fantasiosa novela que
entretejiese terror apocalíptico con paraísos perdidos por lascivia
concupiscente de una pareja abandonada a su suerte. O quizá, ¡Dios nos libre!,
pronto nos avisen que la Iglesia solamente fue creada y consolidada como
inmortal negocio, pero que en realidad no representa a Dios en la tierra y que
el Papa nos es más que un gerente general. ¡Sacrílego! ¡blasfemo! ¡impensable! Hoy existe la amenaza de excomulgar a todos aquellos que
por maléfica influencia decidieron apoyar la despenalización del aborto. (ojo:
DESPENALIZACIÓN, lo que quiere decir que quien lo practique no será castigado,
pero que no obliga a nadie a practicarlo. Como comentario, sigo sin estar de
acuerdo con tal práctica). Creo, como veo las cosas, que la amenaza (y también la
excomunión) debe tenerlos sin cuidado. Es probable que algún día en los
siglos por venir y como sucedió con personajes como Galileo (e pur si muove) la
sacrosanta los perdone y reivindique su causa. Todo es cuestión de saber
tener paciencia... A usted...¿qué le parece? Comentarios y sugerencias: lpuig58@hotmail.com
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