Noviembre 3 del 2020

En estos días de tanto nacionalismo rampante, patriotismo apasionado, heroico, amores perros por los usos y costumbres, exaltación enfermiza “por los nuestro” ¿??¿… sin darnos cuenta y percatarnos de las repercusiones que tienen, vamos bautizando a los nuevos inquilinos del país, con nombres grotescos, ajenos, enloquecidos como un afán por ser diferentes, singulares, ante los demás.

**

Los resultados son de risa loca, pero encierran el veneno de la conquista cultural que nos lleva a la dilución como nación, de la que tanto nos jactamos.

**

Yulisa, Oyuki, Yaneli, Yoselín, Mayeli, Yorely, Yomira, Yaremy, Yadira, Abileni, Ibeth… para comenzar

**

Las profusiones de sectas religiosas propician estas desviaciones en su afán por borrar los orígenes de sus agremiados, despojándolos de antecedentes familiares, culturales, costumbristas, inermes ante las modas ajenas que nos llegan desde todos los frentes, como la televisión y sus comedias, el cine y sus héroes de fantasía y, sin falta, el estruendo de la seudo música grupera, rapera, narca, estragando el gusto y arrasando con los auténticos artistas que tanto y bueno nos han dado.

**

Entre le indiferencia y desprestigio de la Iglesia tradicional, que fue también en sus tiempos una conquista, cualquier pelagatos se hace llamar “pastor” manoseando biblias, nuevos testamentos, a mansalva, jalando pasajes, invocando capítulos, versículos, sin fundamento alguno, pues desconocen  los orígenes de toda  esa literatura adulterada -sin compasión alguna- por los viejos autores de esos relatos bucólicos, que nada tienen que ver con lo que ahora acontece en nuestro mundo cruel… como dicen en la serranía… puro chile con huevo…

**

Deyanira, Edwin, Stef, Eulises, Yunuven, Dylan, Yosselyn, Estiven, Anayansy, Kevyn, Brandon, Briseidy…

**

Cuenta la leyenda que la primera chamba del joven Adán, en el Paraíso, fue darle nombre a los seres y a las cosas, para que existieran; lo que no tiene nombre no existe. Los apelativos que portamos corresponden a lugares, hechos, tradiciones, leyendas siempre conteniendo una razón que los hace valiosos, igual que los apellidos en todos los países y a lo largo del tiempo; todos encierran verdades y tesoros ancestrales, rodeados de fantasías maravillosas, lo cual convierte a nuestros nombres en algo muy valioso, personal e intransferible.

**

En Colombia, años ha, la cadena radiofónica Caracol, de la mano con la revista Semana, organizaron una convocatoria nacional para encontrar los nombres más singulares, irrepetibles, llamando al certamen “El sin tocayo” El éxito fue sensacional, los resultados fantásticos ante la avalancha de apelativos inimaginables, llevados a cuestas algunos con gran pesar y otros orgullosamente, por el sonoro encanto de su nombre.

**

Osbelia, Abileny, Yoni, Jonny, Justin, Bryan, Yuleny…

Para las víctimas de esta moda, es signo distintivo que su nombre-apodo lleva varias letras que le confieren ese aire distinto, como la abundancia de Y griega, X al por mayor, H donde caigan, Z sin miramientos, S sin recato, creando una sopa impronunciable, estúpida, sin sentido alguno.

**

Otro tanto les ocurre a los intérpretes de lenguas nativas, pues hacen de las supuestas traducciones papasales insoportables, igualmente por carecer de fundamentos y falsamente apoyados en sus tradiciones… sorrajan lo más árido del abecedario sobre las pobres frases disque traducidas, cosa de observar cualquiera de esas “traducciones” Puras vaciladas aburridísimas-

**

Esa caterva de falsos indigenistas, en sus afanes  de cobrar sus honorarios, han traducido  el Himno Nacional a varios dialectos; es penoso escuchar coros de chavales de la Sierra Negra, cantando el Himno que contiene palabras sin equivalente posible en su lengua original, como Bridón, Patria, Cañon, Profanar, Aprestad, Acero, Oliva, Arcángel, Blasones, Pendones, Guerra, Horrísono, Osare, Lid, Espada… entre otras, pues esas lenguas son expresiones sumamente dulces, delicadas, ajenas a ese lenguaje guerrero distinto a sus maneras de ser. Otra vacilada seudo indigenista por demás indigesta. Nomás escúchenlos.

**

El Agente 007, cambió el campo de sus aventuras; ahora ronda entre las esferas celestiales, donde encontrará espacio propicio para extender sus fantásticas travesías, encontrándose con aquellos a los que les adelantó la salida de este mundo pandémico.  Wences Angulo organiza el comité de recepción con todos sus admiradores.  Solo queda decirle: ¡Gracias Sean Connery! por hacernos soñar en grande.

**

Entre los generales bestiales que han mangoneado en México, tomás garrido canabal, cacique de Tabasco, entre otras demenciales acciones, prohibió los nombres del santoral en las actas de nacimiento, impulsando a los tabasqueños atarantados llamar a sus chilpayates, Caterpilar, Masiosare, Lenin… para Ripley.

Este garrido canabal, entre sus idioteces, sacó de los templos católicos las estatuas de los santos… para fusilarlos… por eso no debemos extrañarnos de las payasadas del peje-loco admirador del energúmeno tropical... su paisanito adorado…

**

Avanza la colecta de fondos para la defensa de los patricios mechicas, jenarito garcía y mi gerenal miljuegos, apresados en territorio enemigo acusados de pervertir a sus nativos con elementos nocivos para la salud.  Nuestros heroicos representantes no tienen lana suficiente para apoquinar los honorarios de los aboganters que les echan la mano dejándose cobrar 800 dólares la hora para dar la pelea ante jueces venales, allá en Nuevayor.  La feria que aporten será tomada en cuenta en sus declaraciones de impuestos, asegurándoles una vacuna china contra la plaga indomable... dos en uno…¡Aleluya!

**

Y, de Tulancingo,

¿Alguien se acuerda?

¿A quién le importa?

www.hidalguia.com.mx