EL DEBATE EN EL TEMA DE CASINOS
Mtra. Heidy Hellín López Vargas**
La presentación de la iniciativa de la Ley Federal de Juegos con Apuesta y Sorteos ha puesto nuevamente en el debate público el tema de los casinos, de igual forma que pasadas legislaturas, la polarización en los puntos de vista ha ido en aumento.
Los argumentos a favor o en contra pueden ser muchos y por distintos intereses, sin embargo coherente con los principios de bienestar social, se debe buscar las reformas u operaciones que traigan el mayor beneficio social para la mayoría de la población.
Los diputados de la LIX Legislatura, tienen la gran responsabilidad de no legalizar los casinos en los términos en los que esta planteado en la iniciativa presentada por los priistas el pasado 29 de abril y que se muy probablemente se discutirá en el próximo periodo ordinario legislativo.
Si bien es cierto, que en nuestro país no existen estudios y análisis de gran envergadura, que demuestren los daños económicos y sociales que traen aparejados los casinos para la realidad nacional, si es cierto que en países “desarrollados” si se ha podido ver las consecuencias para la población.
La universidad de Illinois tiene un programa de investigación específico al tema del juego compulsivo, llamado ludopatía, y presenta cifras que son importantes de considerar:
Además ninguna iniciativa presentada hasta ahora hace mención si alguno de los impuestos que se van a recaudar serán destinados a los diversos gastos que el gobierno, ya sea federal, estatal o municipal, tendrá que afrontar para mediar los problemas sociales que se van a reproducir e incrementar en los localidades donde se instalen los casinos.
De igual forma, no se establece la obligación de los propietarios de estos centros de garantizar la seguridad dentro y alrededor del establecimiento, lo que en el futuro al incrementarse los índices de delincuencia, los empresarios exigirán que la seguridad sea con cargo al erario público tal como hoy día sucede con los bancos.
Los grandes beneficios económicos de los casinos son para un grupo reducido de empresarios a costa de la mayoría de la población y del gobierno y peor aun porque en estas iniciativas presentadas no queda claro el régimen fiscal en el cual operarían estos centros, por lo que los denominados beneficios en la recaudación son una especulación.
Por todo lo anterior, la aprobación de la instalación de los casinos, como sociedad, representan pérdidas y de ninguna manera beneficios como los grupos interesados han promovido; basta echar una mirada a los datos estadísticos de la obra social que han realizado los grupos interesados en el desarrollo de este tipo de actividades.
Maestra en Desarrollo Económico por la Facultad de Economía de la UNAM
*Economista, con Maestría en Desarrollo Económico, por la UNAM
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