Viernes 21 de Mayo

Si  supieras que los milagros pueden ocurrir ¿cuáles pedirías? Me peguntan desde lejanos confines y, no supe qué contestar que no fueran meras incoherencias.
     Milagros, milagros verdaderos, pudieran ser que reconociéramos cuando hemos alcanzado el "Principio de Peter" ese que marca fatalmente nuestro ingreso a la incompetencia, que sólo es percibido por el resto de la humanidad, dejándonos en el goce idiota  de ser estúpidos inconscientes.
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    Disponibles diez ejemplares de "El Principio de Peter"  para los candidatos a los cargos de  elección popular, cortesía de Excalibur, que nos evitaran  a los inermes ciudadanos muchísimas contrariedades en cuanto  a los susodichos les caiga el veinte y dejen de contaminar el ambiente  con sus aburridoras tarugadas, sobre todo, sus ¿propuestas de trabajo?
    Tan sólo tienen que solicitar su copia al el correo que calza esta parrafada.  Garantizada discreción total, al mejor estilo de San Juan Nepomuceno, quién fue ahogado pro el rey Wenceslao de Praga, por negarse a  soltar la sopa de los pecadillos de la Reina, recibidos en secreto de confesión. Amén.
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    Hoy hace 84 años, en un paraje  de la serranía poblana, de belleza y pobreza descomunal, la Parca, aguardaba la llegada de Venustiano Carranza Salinas, para sacarlo del mundo de los vivos y ponerlo, de un plumazo, en el  Olimpo de los falsos héroes mexicanos.
    Escucharemos los cada día más aburridos discursos que ya no encuentran pelo por peinar ni mentira por reseñar, por cuenta y riesgo de algunos  funcionarios de medio pelo  que vienen de pisa-corre, para cumplir con un  ritual insulso, ahora que soplan vientos de apertura y  podemos asomarnos a la que fueron aquellos días de violencia inaudita, donde no quedó títere con cabeza.
   Detalles interesantes  rodean los momentos finales del Barón de Cuatro Ciénegas, sitio envidiable aun hoy en día, y el desaguisado que causó el crimen injustificable,  metro patrón  para resolver otros asuntos nacionales, como el caso Colosio y otros de relevancia  ya olvidada.
   Tenia 61 años al morir, ya era un anciano para los índices de vida en esos tiempos, comparados con los nuestros.
    Sánchez Pérez, fue el médico embalsamador del cadáver, confirmó que tenía 5 plomazos; 3 localizadas en el tórax, una en la pierna y otra, la más sorprendente:
    "---Por último advertí otra herida producida por arma de fuego con orificio de entrada en la cara dorsal de la primera falange del dedo índice izquierdo y con orificio de salida por la cara palmar  del mismo e hiriendo la cara palmar del dedo pulgar  de la misma mano"
   Esto traducido al cristiano, indica que el buen Carranza, se pegó un  tiro antes de que lo surtieran los matones; la autopsia oficial fue deficiente, limitada, manipulada.
    Los orificios de la camisa y camiseta de Carranza, parecen ser de pistola, no  de carabina como las que, según todas las declaraciones, portaban los asaltantes.
    Como la versión oficial es que fue acribillado por los matachines enviados por Obregón, la posibilidad del suicido choca frontalmente, por eso ni siquiera la ventilan.  Y, ultimadamente   a estas alturas  ¿a quién le importa la verdad?
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    La Revolución Mexicana, tiene como  símbolo  el cascarón de lo que Porfirio Díaz Mori, había comenzado a construir para que fuera sede  las cámaras legislativas.
    Al tiempo, en las cuatro bases, los priístas,  fueron colocando muertos importantes de La Bola, y la  ironía es que ahí reposan -no creo que en paz-  Calles, Obregón, Villa y Carranza, entre ellos enemigos mortales y unos matones de otros.
    Como el maravilloso juego persa del ajedrez, cuando termina la partida, peones, curas, reyes y soldados, blanco y negros se guardan juntos en el mismo cajón. Justicia Divina.
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    También llegó a mis manos  hace un par de semanas, una biografía resumidísima de un personaje que pasó por Tulancingo y sus orillas: Julio Torri, pergeñada por Víctor Hugo Silva.     
    Lleno de buena voluntad e interés recorrí las páginas del ensayo y, lamento mucho no haber entendido nada de nada.
    Entreveo a un individuo extraño, escondido en una personalidad esquiva, proclive a la compañía de jóvenes mucho menores que él mismo, a los que les confiaba una filosofía que, por lo leído en este librito y por otros comentarios  de personas que le conocieron, era un  refrito  de varias líneas del pensamiento universal que  Julio Torri, vendía como original, fruto de su caletre.
    En fin; eso fue lo percibido por este lector sin mayores pretensiones. Lástima.
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    "La democracia es la única que puede establecer la concordia en todas las clases sociales" eso creía Venustiano Carranza.
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Acapulquito, Oscar Pacheco y ...    Mamacitas... Ni antes ni después...  Cavernas Poblanas...    Collar de Perlas    Hidalgo es un estado pobre, miserable...   Luxuria y Perversidad... El paso de "Cantinflas" por  Tulancingo...    Mi corazón ha recuperado el ritmo...     Reunión de Vagos, Rufianes y Buenos Amigos...      No hay juncionarios abusones en Helicóptero...   El que no corre, vuela...     Nombre de una callejuela apenas señalada...            Un recorrido por...   Líder entre  pastor religioso y alborotador...     Guachoma es un...   Opus Dei, Mercenarios de Cristo...

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José Manuel Toscana

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