Mayo 19 de 2015

Carlos Andrés M. García Rodríguez, remontó el tramo final de su vida el sábado 16. Sobre poniéndose a la reciente pérdida de su hijo, enfocó su voluntad en un plan de vida diferente, que lo llevaría –esperaba- a incursionar en el servicio público a partir del espacio político en Tulancingo, para lo cual pulsaba los puntos de vista de sus amigos de siempre, como él, interesados en mejorar el entorno municipal.

Su familia, sus colegas médicos, sus correligionarios jugadores de tenis, los contertulios con los que tanto convivía, hemos de lamentar su ausencia irrevocable, pues  su destacado espacio en estos lares lo conquistó a pulso, merecidamente.

Hasta pronto querido Charly.

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Comentábamos los participantes en el programa La Tertulia  en Tele Xico 3, de Xicotepec, que si los políticos mexicanos multimillonarios serían capaces, en la vía civil, de acumular tanta riqueza que ahora vamos conociendo de casi todos los contendientes a levantarse con el santo y la limosna en las próximas elecciones, a la vuelta de la esquina.

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Ninguno consideró posible que redondearan esas fortunas trabajando en suelo parejo, como los comunes y silvestres ciudadanos por medio país. La historia nacional, los condena sin remedio. Los que estén libres de culpa, que tiren la primera mordida y nos callamos. ¿Quién dice yo?

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Otra vez con el grotesco ritual de glorificar a un individuo, venustiano carranza garza, cuya principal virtud fue la traición, misma regla que le aplicaron sus antes compinches a lo largo de su acomodaticia existencia, tachonada de traiciones.

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El asalto al jacal en Tlaxcalantongo, donde pretendió descansar esperando noticias  de sus emisarios enviados a Villa  Juárez para saber si sus contactos le facilitarían el paso rumbo al norte del país, fue presenciado y padecido, por varios de sus acompañantes, quienes no se pusieron de acuerdo al rendir declaraciones sobre la muerte del presidente, ya para esos momentos desconocido por quienes mandaban en el territorio nacional, pues ni siquiera coincidieron si le surtieron cinco o siete plomazos, si se suicidó o fue acribillado por los traidores. Un desbarajuste total entre testigos directos y de oídas, autopsias incluidas.

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Curiosamente, durante el ataque solo murió don venus; los militares, ayudantes y demás grillos, salieron ilesos. Según el general urquizo, huyeron. ¿Curioso, verdad?

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El pueblo de Villa Juárez, se portó a la altura de la tragedia, pues le dieron trato respetuoso  al importante cadáver, e hicieron lo posible para superar la difícil situación de los otros involucrados en el  asesinato, facilitándoles pertrechos para llegar hasta la capital federal con el cortejo fúnebre. Esto es importante destacarlo en medio de tantas traiciones. Honor a quien honor merece.

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La mentada revolución mexicana, fue ganada por los malos y los traidores que, al paso de los años, fueron acaparando todo lo que se movía y valía la pena en México. Se mataron entre ellos casi hasta el exterminio -¡ojalá así hubiera sido! les estaríamos muy agradecidos- pero los sobrevivientes dedicaron sus talentos al saqueo sistemático de los bienes nacionales. Su herederos, en casi todos los casos, siguen en la misma línea y ahora son, gracias a los buenos matrimonios, amos de los créditos preferenciales, presupuestos abiertos, negocios concesionados y mil y una canonjías, convirtiéndoles en seres intocables, poderosos, dueños y señores de los bienes carranceados por sus antepasados que, sumados a las propias trapacerías, los mantienen en los cuernos de la luna, el éxito, la fama, el desprecio de quien los conoce y está enterado de sus hazañas.

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No hay un sólo estado mexicano que se libre de las dinastías de esos herederos revolucionarios de ayer, hoy y mañana. Vean las payasadas de los herederos de la casta insaciable de rojo gómez en Hidalgo, y las satrapías de Puebla que no cantan mal las rancheras. Por eso fomentan y acuden a los actos paganos de las adoraciones de sus antepasados cacos.

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venustianito carranza, es parte fundamental del desmadre que nos ahoga gracias a esas complicidades; vaya como ejemplo: isidro fabela, uno de los fundadores del grupo atraco-mulco, fue personero del muerto festejado por estas montañas, por conocida banda de asaltantes –cobardes, impunes- a la que pertenece orgullosamente don quique copetes, por mero capricho impuesto desde  arriba, para atarantar al pueblo, cada día más degradado por tantos héroes balines. Si hay alguna excepción, será para confirmar la regla. No se dejen engañar.

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Por ignorancia, ganas de hacer olas dicen, en Xicotepec que, el fiambre de don venus permaneció  tres días en ese lugar; es falsa esta conseja; que las vísceras del muertito fueron colocadas en una urna; falso también, las metieron en  dos botes de lámina y dos chavales, uno Alfonso de Vega, las enterraron en un baldío en el lado norte del jardín central. También la conseja de que Villa Juárez fue considerada la capital del país por tres días, es puro cuento.

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Todas las iglesias poblanas repicaron, jubilosas, al correr la noticia del asesinato del norteño, festejando el fin de los carranclanes, su afición por levantarsecon lo que encontraban y zafarse de los abusos del personal de carranza, que traía muy boca bajeada a  la comarca.

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Lean, estudien, conozcan la historia verdadera, es mucho más interesante y aleccionadora que los rollos mareadores que nos endilgan para sostener tonterías insulsas  e inútiles, que nada aportan al conocimiento de los hechos.

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herrero, militar organizador y ejecutor del crimen, fue escoltado y protegido por lazarito cárdernas del río, que trabajaba  a las órdenes de otro militar chafarote, manolo peláez, enemigo mortal de don venus, cuidando las instalaciones petroleras extranjeras, allá por la huasteca.

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Entre sus hazañas, don venus se cargó a otro criminal despiadado, emilianito zapata, sin pensarlo mucho y, con gran indiferencia, a Felipe Ángeles, militar profesional muy enaltecido en Pachuca.

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La burla macabra es un prodigio de imaginación: en el monumento a la revolución están los restos de panchito madero, plutarco elías calles, lázaro cárdenas  y pancho villa* Todos fueron enemigos mortales entre ellos, víctimas de traiciones y malquerencias, ahora disfrutan juntos su estancia en el averno, más tranquilo y grato que el infierno que dejaron organizado y del que –todavía- no podemos salir. ¿O sí?

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*Los güesitos de pancho villa que reciben la atención de los curiosos en ese menumento robolucionario, realmente son de una gringa que sacaron de la tumba original del guerrillero, donde la pusieron los compinches de villa, pues el cuerpo acribillado lo escondieron en otra fosa del mismo panteón, para evitar el robo del fiambre por sus acérrimos rivales.

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Esos güesos son leyenda, como la misma cabeza de villa. Hubo un coleccionista tejano que llegó a tener varias cabezas originales de pancho villa; incluso una de cuando era niño.

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Hokusai, el más famoso artista de toda la historia de Japón, decía que su país era tierra flotante. Con lacónica elegancia, él supo verla y ofrecerla.

Había nacido llamándose Kawuamura Tokitaro y murió llamándose Fijwuara Iitsu, en el camino, cambió de nombre y apellido treinta veces, por sus treinta nacimientos en el arte o en la vida, y noventa y tres veces se mudó de casa.

Nunca salió de pobre, aunque trabajaba desde el amanecer hasta la noche, creó nada menos que treinta mil pinturas y grabados.

Sobre su obra escribió:

… de todo lo que dibujé antes de mis setenta años, no hay nada que valga la pena. A la edad de setenta y dos años, finalmente he aprendido algo sobre la verdadera calidad de los pájaros, animales, insectos, y peces y sobre la vital naturaleza de las hierbas y los árboles. Cuando tenga cien años, seré maravilloso…

De los noventa no pasó.

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Vota en las elecciones por quien te dé la gana; no anules el voto, pues los sufragios desechados, serán repartidos entre los partidos concursantes y, así los gandayas, tendrán votos inesperados. Anular tu voto, es perpetuar a los zánganos en el poder. ¡Tú decides!

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Henry Alirio Menéndez Valiente, oriundo de El Salvador, radicado en Xicotepec, a donde llegó a trabajar cuando el auge cafetalero requería de experiencia y conocimientos profesionales, para el desarrollo intenso de cultivos de elevado rendimiento, para implantarlos en los cafetales regionales, logrando resultados  espléndidos que mucho beneficiaron a la empresa que lo concertó y a la zona cafetalera, donde cundieron sus técnicas agronómicas.  Falleció el jueves pasado, dejando a sus familiares y amigos  consternados por su retiro definitivo. Extrañaremos a Henry Menéndez.

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… solo las montañas no se encuentran jamás…

apunta, nostálgico, Wences Angulo.

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