Los votos de Jacinta Francisco Marcial: José Manuel Toscana

Miserable vida, miserable muerte la del negrito Jackson, bailarín y cantante a pujiditos, venido a mucho menos una vez agotado el tema que lo puso en los cuernos de la Luna.

Lo único rescatable del personaje desfigurado, es el torrente de dinero que lo hundió, sin que supiera ni cómo ni cuándo detener ese vertiginoso derrumbe, pues según se va conociendo, todo era un desastre en torno al retorcido individuo.

Ahora el fiambre mutilado, tasajeado, en pos de una belleza artificial, nunca lograda, suma otras manoseadas por cuenta de los médicos legistas buscando secretos que despejen la causa de la muerte, pretexto para sacar más dólares a los curiosos y revender discos con los grititos del mameluco contorsionista de meneítos y zarandeos que, muchos años antes, tanto afamaron al nativo Adalberto Martínez, convertido en Resortes, como podrán comprobar o recordar, disfrutando las prehistóricas películas mexicanas transmitidas a la media noche en los canales chafas de la muy estragada televisión nacional… ¡lástima Margarito!

Jacinta Francisco Marcial, dama de humildísima cuna, alcanza fama mundial mediante los reportajes periodísticos y televisivos que dan cuenta de la justísima justicia mexicana, particularmente entre los parajes otomíes queretanos, que la tienen desde hace cuatro años disfrutando en el fresco bote donde cumple condena de 21 años por secuestrar a SEIS tiras mexicanos, corpulentos, armados y valientes, ella, que no pasa del metro y medio, tiene 45 años, seis hijos y otros tantos nietos que apoyaba con el floreciente negocio ambulante de vender nieves y aguas frescas en el tianguis de Santiago Mexquititlán, donde llegaron los aguerridos cual valientes agentes perjudiciales, buscando fayuca y, de paso, extorsionar a los tianguistas que no se dejaron maltratar ni se apantallaron con los polecias hampones, eso sí: federales.

Jueces de torcida vara justicia, mantienen a la mujer secuestrada por algo que, ni en sueños, cometió salvo estar en el lugar y el momento cuando tomaron la fotografía en donde fue la trifulca entre cuicos y ambulantes, prueba que bastó al juzgador para condenar a Jacinta, pese a que nadie la señaló por participar en fechoría alguna.

Entre los delitos mayores que mantienen la sentencia y el castigo a esta mujer es ser analfabeta y no habla español ni lo entiende. ¡Viva México, cabrones!

Todo este preámbulo es para no escribir sobre las elecciones del domingo, pues a estas alturas ya estamos hasta el copete de tanta estupidez llegada, como vendaval para fastidiarlo todo.

Sin embargo el tema es ineludible por lo que nos va en el asunto. Tómenlo con calma, denle una última pensada por quién deben votar y el por qué, y concurran a las urnas para que nadie decida por nosotros, pese a lo muy amañado del método a seguir.

Hidalgo entero pagará muy caro -¿cuándo no?- el capricho de la mentada refinería petrolépera, pues se hará a costillas del resto del lamentable estado en manos de encomenderos, eso sí muy abusados para sacar raja de todo lo que sea inversiones en terrenos, como el asuntito del fallido campo aéreo de Tizayuca y otras vaciladas que se les han atorrado por voraces.

La refinería y sus negocios a la sombra, no será la variante de la vieja costumbre caciquil, ya lo verán muy pronto, de lucrar con terrenos pagados con ochavos y revendidos maravillosamente, como acontece en Pachuca, y otras ciudades expoliadas por el clan controlador de todo lo que se mueve, repta o vuela en el lamentable estado de Hidalgo.

Por ejemplo: la Agencia Espacial, que no interesa a los que ven solamente su beneficio personal directo e inmediato, dejando en la barranca a la región de Tulancingo, donde ya los nopales ni tunas dan. ¿Hasta cuándo?

hidalguia@hotmail.com

www.hidalguia.com.mx