José Manuel Toscana Escribe con Hidalguía. No confundir Decoración con Decoro...

Excalibur
por José Manuel Toscana

Martes 6 de enero del 2009.

Vaya manera de comenzar el Año Nuevo de la mano con Tres Magos legendarios, venidos de Oriente, donde todo era posible, cruzando los desiertos para conocer personalmente lo que el sentimiento presentía y confirmaban las estrellas.

Hoy, en los territorios donde alentaron los inicios de nuestra civilización, crisol de tres religiones monoteístas, origen de maravillas fundamentales de nuestra cultura, están guerreando a muerte, y así seguirán por mucho tiempo, pues las diferencias planteadas entre los rivales de siglos, anuncian que son irreductibles, pese a que, sin falta, son validadas en el nombre de Dios, tal vez el concepto más violento inventado por el género humano.

Cualquiera de los bandos rijosos –afirman- tiene a Dios avalando sus invasiones, bombardeos, masacres y negocios, muchos buenos negocios financieros, políticos, petroleros, comerciales, eso sí: todo a nombre de la libertad, derechos de los pueblos, justicia, democracia y otras consideraciones impecables, pero falsas cuando respaldan las mayores atrocidades imaginadas desde que pasaran por ahí los sumerios, hititas, moabitas, asirios, egipcios, cananeos, ugaritas, hebreos, nabateos fenicios, babilonios, caldeos, griegos, romanos, hunos, mongoles, sirios, turcos, ingleses, españoles, italianos, franceses, rusos, gringos y judíos, todos protagonistas de la violencia en sus días, consentidos con dineros del mundo entero para producir, vender, comprar y utilizar piedras, arcos y flechas, hachas, lanzas, alfanjes, tanques, granadas, misiles, bombas, chinampinas, tanques, aviones, rifles, granadas, fuscas entre otras linduras bélicas que tan bonitas nos salen, desde hace sesenta siglos, día más día menos.

Los Reyes Magos trajeron incienso de Dios, mirra de los hombres y oro de los reyes como regalos simbólicos en honor del Recién Nacido llegado para rescatar al mundo de los tiempos oscuros, pero…fallaron.

“…mientras existan patrias habrá guerras; jamás existirá la paz sobre la tierra…” dejó dicho Librado Rivera.

Sin embargo, la Esperanza aquí está, terca, como alcayata a la que nos aferramos para no desbarrancarnos en la incuria, abandonando todo, dejando que el mundo ruede irremediablemente hasta consumirse, como una pavesa, entre los rayos del Sol.

La esperanza hace que el náufrago agite sus brazos en el agua, aun cuando no se vea tierra por ningún lado.

“-La humanidad de los oprimidos está de plácemes: ha desaparecido un tirano. No queremos saber los detalles de su desaparición; no necesitamos saberlo; que para el caso lo mismo nos da que lo haya partido un rayo. El asesino del pueblo yaqui está bien muerto.

Si fuera verdad la sentencia de que”el que a hierro mata a hierro muere” aquí se habría cumplido al pie de la letra, pero lo lamentable es que esa sentencia no siempre se hace efectiva. Todavía infecta la atmósfera su aliento corrompido loa monstruos de Italia, Cuba, España y Venezuela y mientras haya un tirano en la tierra, la libertad corre peligro.

Sabemos bien que el árbol maldito no muere quitándole una rama; pero también es cierto que sin ramas un árbol no produce frutos, ni sombra. Y lo que necesitan los pueblos no es sombra que los vuelva más raquíticos y estériles, sino sol, mucho sol que les de calor, salud, fuerza, hijos sanos y robustos, de pensamiento libre, para seguir adelante hacia lo desconocido.

Sí; aplaudamos todo acto que tenga un fondo humanitario. Y aniquilar la odiosa vida de un tirano, es poner un límite a sus crímenes; y esto es humano.

Nosotros no somos de los que se inclinan ante el ídolo; somos destructores de ídolos. Nos gusta razonar, no creer a ciegas. Luchamos por ideales de felicidad para todos, no por encumbrar a nadie sobre nuestras espaldas. El hombre muere, mientras que los ideales son eternos.

Se nos dirá que no es humano regocijarnos frente al dolor de la familia del desaparecido. Es verdad todo esto. Pero también es cierto que Álvaro Obregón no se compadeció, nunca, de los centenares de familias huérfanas, que hoy vagan errantes por las montañas de Sonora, huyendo de la rapiña obregonista; mientras cientos de hombres, mujeres, niños y ancianos pagan en los presidios y cuarteles del gobierno de Calles, su heroica resistencia contra la avaricia de los que brutalmente los despojaron de sus casas y sus tierras cultivadas.

La familia de Álvaro Obregón quedó colmada de riquezas, disfrutando toda clase de comodidades, mientras que cientos de familias yaquis mueren ignoradas en cárceles y cuarteles, enviadas ahí con el perverso fin de acabar con esas pobres gentes.

La elevación de Álvaro Obregón a la presidencia de México, significaba la implantación de una tiranía mil veces peor que la de Porfirio Díaz, a quien ya recordaba con frases de admiración el nuevo aspirante a tirano.

Que lamenten el incidente los que con Álvaro Obregón trataban de lucrar; pero no los desheredados de la Tierra, que en las brutales garras de aquellas hienas íbamos a perecer…”

Así se escribe la verdadera Historia de México; artículo publicado el 1° de agosto de 1928 en el periódico Avante, autoría de Librado Rivera, potosino, profesor, periodista, anarquista.

…la ilusión lo produce;

el desengaño lo quita…

Recomiendo darle una repasada a “La oportunidad de negocios en la base de la pirámide” un modelo de negocio rentable, que sirve a las comunidades más pobres, escrito por C. K.Prahalad, editado por Verticales de Bolsillo, entre otras cosas dice: “-la verdadera fuente de promesas en el mercado no está en los pocos ricos del mundo desarrollado, ni siquiera en los consumidores de medianos ingresos de los países en desarrollo, sino en los millones de pobres en cierne que comienzan a incorporarse, por primera vez, a la economía de mercado”

Tal como amanecemos este Año Nuevo, tendremos que hacer cosas que nunca imaginamos, trabajar, producir, con otro sentido, renovados, por eso vale la pena dedicar unos momentos a estudiar las salidas o entradas, del nuevo mundo, donde nunca imaginamos llegar, tal como recomienda el libro citado.

Ahora que se prepara para la ceremonia oficial cuando jure como Presidente Municipal de Tulancingo, sugiero a Jorge Márquez que no confunda la decoración con el decoro.

Me preguntan si esta serie de comentarios en torno a Jorge Márquez Alvarado y su inminente arribo a la presidencia municipal de Tulancingo, contiene alguna intención particular.

No hay artificio ni más intención que no sea el éxito que necesita, merece, Tulancingo luego de tantos y tantos años oscuros cuando todo fue desdibujándose.

Por eso insisto, sin quitar el dedo del renglón, pues cuando Márquez Alvarado entró a la carrera por la municipalidad, la condiciones locales, regionales y mundiales eran distintas; las actuales requieren de una imaginación enorme, sólidos compromisos y apoyarse en las mejores personas disponibles de la comarca para hacer gobierno, gobernar y llevar a buen puerto esta nave, profundamente escoriada, a punto de naufragar, por eso le digo:

“-No se trata de que tú hagas todo perfecto; sino que te atrevas a vivir la vida, y para eso es necesario unir dos elementos: la lucha y el amor”

Chignahuapan estrenará en unos cuantos días, otra escultura monumental de la misma Virgen, colocada en la entrada del templo donde está la primera; ambas las más grandes del mundo en su estilo, motivadoras de un turismo religioso masivo, con sus apetecibles derramas económicas. Y, Tulancingo con El Santo ¿para cuándo? ¿Tan ricos somos para despreciar esta posibilidad?

Llega el tiempo para que los profesores enseñen, los alumnos aprendan y los obreros trabajen.

Desde La Floresta, Wences Angulo medita: “… quisiera ser lo que era, cuando quería ser lo que soy…”

Rosca de Reyes, gratísima tradición importada de la dulce Francia en el siglo XIX, pervive entre nosotros y hoy, sin falta, partiremos la Rosca para estrechar vínculos familiares y amistosos, así que si les sobran algunos quintos del reciente festivo desastre, entréguenlos al panadero de sus confianzas y cierren la rosca. No se hagan.

Por eso Wences Angulo, nos obsequia el conjuro que su antigua familia recitaba para recibir el Año Nuevo, cuyo origen se diluye entre el peso de los siglos y la bruma los paisajes nórdicos del mundo, con promisorios augurios:

…que el camino venga

a tu encuentro,

que el viento sople siempre

a tu espalda,

que el sol te de

siempre en el rostro,

que la lluvia caiga suavemente

en tu campo

y hasta que volvamos a vernos,

que Dios te tenga

en la palma de Su mano…

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