José Manuel Toscana Escribe con Hidalguía

Su pasión: la Naturaleza; su responsabilidad: contagiarnos de ese entusiasmo; sus métodos: el ejemplo personal; sus instrumentos: una gama inmensa de personas, organismos, patrocinadores, expertos en los puntos más delicados y, sobre todo, la colaboración de quienes vamos conociendo la cruzada que realizan por la Conservación de la Vida en la Tierra.

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Roberto de la Maza Elvira, es el líder de los Proyectos Estratégicos de la Presidencia, conoce el mundo y nuestro pías, profundamente; sus recuerdos infantiles lo subyugan a Xicotepec, desde hace 50 años, ahora también es vecino del terruño donde posee un predio dedicado al ideal que, para su fortunSOLOa, también es su chamba.

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No hay peor error que dar agua a tu verdugo... Comenta Vences Angulo, al ver las alianzas entre enemigos politiqueros, para quedarse con el botín de la patria, como los arreglos internos en el PRI y PRD.

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En Chiapas, los habitantes pervertidos por el manoseo que hacen de ellos los redentores de todo color e interés, talan los bosques de maderas finas con un valor de 8 millones de pesos por hectárea, para sembrar maíz cuya cosecha no pasa de una tonelada, para luego abandonar el sitio y volver a tirar árboles continuando la pervertida costumbre de arrasar con todo a cambio de nada que no sea miseria

En las sierras poblanas e hidalguenses, ya pasamos por estos usos y costumbres, con resultados a la vista de todos y seguimos tan campantes, eso si, tan miserables como nunca habíamos estado.

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En Chiapas, ya nada queda por destruir; va quedando un erial donde la Vida fue esplendorosa como en ninguna otra región de México, datos y paisajes escalofriantes fielmente narrados por Roberto de la Maza, durante una grata, aleccionadora, conversación a propósito de su gestión profesional.

Después de un proceso de cuidadosa revisión de cada lugar propuesto, bajo normas internacionales, cumplir con cada uno de los requisitos, se sigue el trámite formal para obtener un Certificado oficial que declara al territorio propuesto como zona donde se venera y fomenta la vida natural en las manifestaciones genuinas del sitio.

Existen en el país por ahora, 24 predios atestiguados; dos en Zihuateutla, uno en Xicotepec, precisamente el # 24, Cacalotepec de 36 hectáreas, conferido a Jorge Armando Gómez Salas y familia.

Están tramitándose otros de personas igualmente comprometidas con este postulado de Vida, en el rumbo, confirmando la posibilidad de sobrevivir a la estupidez generalizada por destruir todo lo que vale la pena.

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Cada Certificado, es un hermoso documento en el cual se detallan los postulados alentados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, viene firmado por Ernesto Enkerlin Hoeflich, como para presumirlo. ¡Felicidades!

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Convidar, Jorge Gómez Salas, taquiza y destilados etílicos regionales, para festejar esta feliz consecuencia de la civilización bien entendida, mejor realizada y muy comprometida con el bien, la verdad y la belleza.

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En 1979, el general Pinochet estampa su firma al pie de un decreto-ley, que impone la propiedad privada a los indios Mapuches. El gobierno ofrece dinero, alambres y semillas a quienes acepten parcelar sus comunidades por las buenas. Si no lo aceptan por las buenas, advierte el gobierno, lo aceptarán por las malas.

Pinochet no es el primero en creer que la codicia está en la naturaleza humana y que así lo quiere Dios. Algún tiempo antes, el conquistador Pedro de Valdivia, había intentado romper las comunidades indígenas de Chile.

Desde entonces, a los indios les han arrebatado todo: a sangre y fuego todo: la tierra, el idioma, la religión, las costumbres.

Pero los indios, acorralados en sus últimas comarcas, condenados a la última miseria, exhaustos de tanta guerra y tanta estafa, persisten en creer que el mundo es una morada compartida.

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Afortunadamente, ya están los carroñeros sobre los nuevos Niños Héroes futboleros, pronto serán masacrados por los intereses de sus patrones y, cada uno serán nuevos hugitos, cuahutemicos y otros farolitos de nuestro paupérrimo ambiente deportivo, político, social.

Hace unos cuatro meses, nadie pelaba a los chavales ahora ganadores, vivían en la oscura inocencia del menosprecio, soñando con éxitos rotundos que nadie creía, menos les apoquinaban dineros.

Ahora que dieron el campanazo, ya están en el mercado y en las manos de los perros calderones, de lavolpes, de pepes ramones y otros guías indiscutibles de opinión y de la vida nacional.

Serán verdaderos héroes si logran sobrevivir a lo que se les viene encima: serán triturados por la mezquindad publicitaria televisiva de la mano con los interese de los grupos del control futbolero, siempre ulero, como hacemos invariablemente con los que valen. Al tiempo. Lástima.

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Fueron dos los campeonatos mundiales de fútbol que se disputaron en Asia, en el año 2002. En uno jugaron los deportistas de carne y hueso. En el otro, al mismo tiempo, jugaron los robots.

Los torneos mundiales de robots ocurren, cada año, en un lugar diferente. Sus organizadores tienen la esperanza de competir, de aquí a algún tiempo, contra las selecciones de carne y hueso.

Al fin y al cabo, dicen, ya una computadora ha derrotado al campeón Gary Kasparov en un tablero de ajedrez, y no les cuesta tanto imaginar que los atletas mecánicos lleguen a lograr una hazaña semejante en una cancha de fútbol.

Los robots, programados por ingenieros, son sólidos en la defensa y veloces en el ataque. Jamás se cansan ni protestan, ni se entretienen con la pelota, cumplen sin chistar las órdenes del director técnico y ni por un instante cometen la locura de creer que los jugadores juegan. Y nunca se ríen.

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No fueron dos. Fueron tres: en el 2002 hubo también un tercer campeonato mundial.

Consistió en un solo partido, que se disputó en los picos del Himalaya el mismo día en que Brasil se consagró campeón en Tokio.

Nadie se enteró. Midieron sus fuerzas las dos peores selecciones del planeta, la última y la penúltima en el catálogo mundial: el reino de Bhutan y la isla caribeña de Montserrat.

El trofeo era una copa plateada, que esperaba en la orilla de la cancha.

Los jugadores, ninguno famoso, todos anónimos, lo pasaron en grande, sin más obligación que divertirse mucho.

Y cuando los dos equipos terminaron el partido, la copa, que estaba pegada por la mitad, se abrió en dos y fue por los dos compartida.

Bhután había ganado y Montserrat había perdido, pero ese detalle no tenía la menor importancia.

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Pagar impuestos en México, es un delito!!! concuerdan los privilegiados factores en la Mesa de Celebridades de La Floresta, bajo la premisa difundida por el Coanarquismo Cibernético.

Según las leyes vigentes, el cómplice de un delito, es delincuente. Los impuestos mexicanos son usados “robados ” delincuencialmente por los poíticos irresponsables; por lo tanto Pagar Impuestos en México, es un Delito

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El Foro de Davos, celebrado en Suiza, año tras año, otorga a México un meritorio lugar como el más reciente mundial 75, sobre 100, en ese tema tan aburrido de cumplir con la ley ¿a quién le importa?

Hemos venido bajando consistentemente, año tras años, desde el mejor lugar alcanzado 45, así que vamos bien rumbo a donde ya saben y comienza con M, esa que reparten a manos llenas los montielitos, madrazo, pejelópez, manuelitos angelicales, melquiaditos y síganle, hasta que se aburran.

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Severas Masturbaciones Atmosféricas, anuncian los expertos para el resto del año; que nadie se confíe creyendo que los tiempos borrascosos pasaron ya.

Apenas comienzan; ya verán: habrá fríos, calenturas, rechinar de dientes, manos sudorosas, desmayos, resfríos, renegados, exiliados, condenados, aborrecidos y defunciones en los partidos mafiosos que buscan devorar, “ellos solitos ” el cadáver nacional.

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Cuando el tiempo está enemigo, cielos negros, días de hielo y tormentas, la alfalfa recién nacida se queda quieta y espera.

Los tímidos brotecitos se echan a dormir, y en la dormición sobreviven, mientras dura el mal tiempo, por mucho tiempo que el mal tiempo dure.

Cuando por fin llegan los soles y azulea el cielo y se entibia el suelo, la alfalfa despierta.

Y entonces, recién entonces, crece. Tanto crece, que uno la mira y la ve crecer, empujada desde la raíz, por un viento que no viene del aire

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El reyesazo de Suazilandia, ¿se acuerdan? Ya se casó dos veces más; el pobre trata de seguir los pasos de su padre, viejo rey, que se matrimonió 70 veces. El júnior apenas lleva 13. ¡Apúrale Mswati 3!

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Wences Angulo y Fernando Mellado

Experto en el tema, desde La Floresta de Tulancingo, Vences Angulo, nos confirma: ”Salud es felicidad, paz, gozo, ganas de vivir; uno pierde todo eso cuando está enfermo, de la cabeza o de lo que sea"

Sugerencias, certificaciones, predicciones, amonestaciones, temblorines, a: j1939t@prodigy.net.mx

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