José Manuel Toscana Escribe con Hidalguía, Tulancingo en estos días me recuerda al burro de la noria

Excalibur por : José Manuel Toscana

viernes 7 de Noviembre del 2008.

Tulancingo, en estos días me recuerda al burro de la noria…

Tulancingo sería otra cosa si uno solo de los candidatos a presidir el Ayuntamiento fuera capaz de

…pensar alto, sentir hondo,

hablar claro.

Despachada la elección presidencial en gringolandia, rompiendo paradigmas que parecían irreductibles; ahora estamos frente a los comicios en Hidalgo, donde se acomodarán las fichas de cara a la elecciones para diputaos el año entrante y las de gobernador como plato fuerte.

Tulancingo queda en medio de la contienda; en la Ruta del lunes 10 vendrá el triunfador y su discurso para la ocasión.

Luego, unos días después, conoceremos la declaración formal del ganador y las caras largas de los perdidosos. Entonces iremos conociendo detalles de los arreglos finales –más de uno muy oscuro- para llegar a este momento de triunfo.

Cuatro de los doce hombres que más influyen en la Humanidad, son alemanes. ¿Por qué será?

Albertico Einstein, Carlitos Marx, Sebastián Bach y Juanelo Gutenberg.

…adiós dijiste

se va mi vida,

llorar quisiste

por un amor que hay

que olvidar…

Canta, seduce, emociona, eleva, comparte y entrega torrentes de felicidad así sean fugaces como las estrellas; Plácido Domingo.

En plenitud como persona, con todo el arte su alcance, llegó a Chichén Itzá hará unas semanas. A su lado vino Ana María Martínez, soprano de tiempo completo, voz tan dulce como grandiosa para recrear melodías de mil colores y mejores recuerdos. profundos entre quienes los escuchamos.

“.. te vas riendo

¡y yo me muero!

mi dolor es saber

que no puedes llorar…”

El fondo de las ruinas mayas enmarcó el “Concierto de las mil columnas” sin mucho darle vueltas cantaron y cantaron y siguieron cantando elevando al público al éxtasis durante un buen rato, pese a la lluvia y otros inconvenientes, pudo mucho más -siempre podrá- la presencia de Agustín Lara, Ricardo Palmerín, Frank Lehar, entro otros creadores de música sin fronteras, edades y costumbres.

“

… amor, vida de mi vida,

¡qué triste es decirte adiós!

Te llevas la juventud

de este querer sin redención,

amor que por el camino

no puede volver atrás…”

Este personaje mantiene perfecta sincronía entre su talento y su corazón, Plácido Domingo, invitó a otro romántico sin fisuras: Manzanero quien recordó a su abuela y la primera visita de chamaco a Chichén Itzá, cantándole en maya como hubiera querido hacerlo en vida “Adoro” siguiéndolo, encandilado, Plácido y la orquesta toda cautivada por ese compositor que lleva al universo el tesoro musical de Yucatán.

“… te ríes cuando sientes

deseos de llorar,

me duele saber que

no puedes llorar…

…y pensar que te amé

con alma y vida

y hoy te quieres

burlar de mi dolor…

Presencia poderosa la de Plácido Domingo, llegado jovencito a México con sus padres, cantantes de zarzuela por el mundo, nacido español creció entre nosotros, aquí estudió y hasta fue coro de Enrique Guzmán en sus tiempos de roqueros juveniles. Los Hermanos Maristas lo incluyeron en sus coros escolares y, trabó amistad perdurable con José Madariaga Lomelín, próspero banquero audaz en los tiempo bonancibles del peligroso presidente zotaco carlos salinas de gortari.

En la época colonial, las familias brasileñas que podían darse ese lujo, mandaba a sus hijos a estudiar a la Universidad de Coímbra, en Portugal.

Después, hubo en Brasil algunas escuelas para formar doctores en derecho o en medicina; pocos doctores, porque pocos eran sus posibles clientes en un país donde muchos eran los que no tenían ningún derecho, ni más medicina que la muerte.

Universidad, no había. Pero en 1922, el rey belga Leopoldo III, anunció su visita al país y tan augusta presencia merecía el título de doctor honoris causa, que sólo la institución universitaria podía otorgarle.

Por eso nació la Universidad. Fue inventada de prisa; en la casona que ocupaba el instituto Imperial de Ciegos. Lamentablemente, no hubo más remedio que echar a los ciegos.

Y así Brasil, que debe a los negros lo mejor de su música, su fútbol, su comida y su alegría, pudo doctorar a un rey, cuyo único mérito era ser el heredero de una familia especializada en el exterminio de negros en el Congo.

…este amor que soñé

no lo puedo callar,

fueron falsas palabras

mentiste mil veces

tu amor, mujer…

miguel de la madrid, el mediocre presidente, premió con el Águila Azteca, la mayor presea, a un entrenador futbolero, Bora, por el lugar mediocre obtenido en el torneo mundial celebrado en México.

Ignorando el proceder heroico y ejemplar de Plácido, al meterse de lleno en las ruinas tlaltelolcas para rescatar sus parientes y a otros vecinos aplastados por los derrumbes mortales.

México entero, reclamó al cobarde presidente omiso, ignorar los actos de Plácido Domingo y tuvo que rectificar, otorgándole la medalla máxima, luego de la entrega del cantante de los fondos recabados por su disco dedicado al beneficio de los damnificados del terremoto.

Llegó José Alfredo Jiménez y, sin más dejó en la voz del tenor su “Rey” y “Ella” para trastornar a los ya sublimados espectadores que venían extenuados de cantar “Granada” “Peregrina” y tararear la “Viuda alegre”

…amor, vida de mi vida,

adiós mi bien,

¡qué triste es decirte adiós!

Tal vez pronto circulará el disco del concierto peninsular, para solaz del público que disfruta del arte de los maravillosos compositores mexicanos, tantos y tan buenos, vigentes, vitales, tan rotundamente nuestros, como universales, interpretados magistralmente por Plácido Domingo y Martínez, la soprano luminosa.

Plácido Domingo es autor de la letra y música de la canción entreverada en estos párrafos; la cantó y la sintió al punto de las lágrimas; el público se percató y entregó su alma -sin reserva alguna- a quien mueve los mejores sentimientos, esos que tenemos hasta los más rejegos y afloran luminosos, como si fuéramos estrellas fugaces.

Dispuesto el fondo en efectivo para la compra de votos al por mayor, antes y durante los comicios en Tulancingo, se quejan los partidos acusándose mutuamente de tales maniobras para levantarse con la mayoría de los votos el próximo domingo.

No es la primera vez que se habla de estas prácticas consagradas desde tiempos inmemoriales ahora generalizadas, por contagio inevitable, a todos los partidos peleadores de presupuestos, que a eso se reduce todo: lana y poder. Al tiempo.

René Lefaure, entre otras virtudes muy apreciadas en Tulancingo, era coleccionista; entre sus tesoros tenía un retrato de Benito Juárez firmado, dedicado a un cura y un reloj de Carlota cuando fue Emperatriz de México, además de piezas arqueológicas de jade, obsidiana y piedra.

Todo eso y más había en “La Princesita” joyería de joyas y personas que son como joyas: sus descendientes.

Hermenegildo, nombre de origen gótico (Airamanagild) significa:”… ganado mayor… el valor del ganado”

Guzmán, apellido de origen gótico (Gothsmanna) significa: “…apto… bueno… conveniente… propio”

… pensar alto… sentir hondo…

hablar claro…

¿Será mucho soñar para que Tulancingo se recupere a sí mismo? Por eso viene al pelo el refrán que anuncia lo que pasa con el jumento encadenado a su triste andar:

“… el burro de la noria,

cargado de agua,

muere de sed…”

Así percibo a Tulancingo antes de la elecciones y desde mucho tiempo atrás, cuando perdió la brújula y dejó que otros, ajenos y voraces, decidieran por él.

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